Queremos contarles que nos han visitado unas personas muy especiales, que con el amor que les caracteriza y relacionado con el tema del cuerpo humano, se han ofrecido a contarnos parte de su historia. Han compartido fotos de generaciones anteriores a ellas, juegos de antaño, meriendas de pan, aceite y azúcar (para chuparse los dedos!) e incluso hemos bailado la Yenka.
¡Gracias abuelitas, sin ustedes no hubiese sido posible!
Aquí les dejamos un recuerdo de esta visita:
