
Cómo se nota que nos estamos haciendo mayores, estamos empezando a conocer nuestro nombre escrito en mayúscula, a formarlo con nuestra caja, con pinzas o con tapones, a identificarlo en la pared hasta que al final lo reconozcamos y pasemos ya a escribirlo de nuestro puño y letra. Ya no somos los peques que empezaron en septiembre. ¿Nos queréis ver ahora? ¡Pues aquí tenéis unas cuantas fotos!