Como es habitual cada dos años, un grupo de niños perteneciente a los GRUPOS MILPA (misioneros laicos palatinos) han visitado el pueblo natal del Padre Francisco Palau, así como la Casa Madre de las Hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas en Tarragona). Les dejamos aquí un amplio álbum de imágenes de estos días tan intensos:
Salimos temprano en autobús:
Tuvimos una primera parada en un área de servicio para almorzar y poder ir al baño:
Parada en Peñiscola, pueblo del Papa Luna, para comer y disfrutar de los puestos de artesanía:
Llegamos al recinto de la Cueva del Padre Palau. Montamos el campamento. Ante la posibilidad de lluvia optamos por la parte baja, con posibilidad de resguardarnos en los soportales. De hecho, cayeron algunas gotas, pero tan sólo para dar emoción a la noche, ya que fueron muy débiles y sin contratiempos graves.
Y con el campamento terminado, es tiempo de cenar todos juntos y explorar los alrededores. ¡Menudas vistas! Nos encontramos con sapos, conejos, lagartijas, hormigas, murciélagos, alguna zorra a lo lejos…y montón de pájaros distintos a los que solemos ver por Elche.
Al llegar la noche, una ducha y las tiendas…pero antes D. Jesús nos ofreció un concierto de canciones divertidas en corro y pudimos jugar a las cartas, escribir las normas de la tienda…
Amanece temprano y con los primeros rayos de luz los alumnos van saliendo de las tiendas ¡Pero si todavía falta mucho para desayunar! Bueno…pues al aseo personal y a comenzar la jornada.
Ahora que estamos todos preparados es el momento de la oración en grupo y el desayuno:
Al acabar el desayuno, la Hna. Josefina nos explica muy bien toda la historia de la Cueva del Padre.
Iniciamos la marcha hasta el pueblo de Aitona para visitar la casa natal de Francisco Palau. Como parece que por la tarde puede llover (y así fue) decidimos que la comida la haremos en el Colegio del Pueblo para no mojarnos. será allí donde pasemos la segunda noche de acampada.
De camino a la Iglesia de San Antolín nos cruzamos con estas amigas:
Ari, por ser la pequeña del grupo tuvo el honor de abrir la Iglesia con la enorme llave.
Y después del rico pollo con patatas viajamos hasta la Casa Madre de las hermanas en Tarragona e hicimos un poco de turismo por esta bonita ciudad y sus ruinas romanas.
Llegamos por la noche al Colegio y nos preparamos para «descansar»…aunque algunos tenían todavía más ganas de jugar.
Así que el profesor nos tuvo que despertar con unas bonitas melodías de flauta porque ¡se nos hacía tarde para ir a misa! Una Eucaristía muy acogedora en la Cueva. 
Y tras la foto de grupo…iniciamos el camino de regreso, muy cansados, pero con un montón de buenos momentos en la memoria y con muchas enseñanzas de Francisco Palau. ¡Pronto repetiremos!
Espero que os lo pasarais muy bien