Esta mañana, aprovechando que en clase de Física estamos estudiando el tema de los fenómenos ondulatorios, hemos realizado un experimento que pone de manifiesto que la luz se comporta como una onda.

Con ayuda de puntero láser y de un cabello humano hemos conseguido que la luz se difractara, la difracción es similar a la que se produce en una doble rendija, como consecuencia de la difracción se produce la interferencia que hemos recogido en una improvisada pantalla.

Observamos la formación de un máximo principal fuertemente iluminado y a sus lados, separados por zonas oscuras, aparecen otros máximos, llamados secundarios, ya menos intensos.

Queremos agradecer a Carlos Sánchez, uno de nuestros alumnos, la realización de este interesantísimo experimento. Posteriormente lo volveremos a reproducir, pero con el objetivo de usarlo para medir el grosor del cabello.



Autor: carmelc